lunes, 8 de enero de 2007

Horror y sonrojo

La imagen del derruido aparcamiento de Barajas produce horror. Horror por las dos víctimas del sinsentido, horror por lo que pudo haber sido una masacre mayor de no haber mediado llamada previa o de haber llegado demasiado tarde la orden de evacuación.

Y del horror producido por esta nuestra "zona cero" actual (esperemos que no vuelva a haber más) se pasa fácilmente al sonrojo al ver como nuestros políticos, una vez más, no están a la altura, desplegando ante nuestros indefensos ojos un escenario de incapacidad y desvergüenza.

Circula por ahí, al parecer, un sms que reza lo siguiente: "Zapatero entró por Atocha y saldrá por Barajas. Pásalo". No cabe duda de las intenciones y el origen de dicho mensaje, pero detrás de su simpleza se esconde la contradicción en la que ha caído el PSOE. Porque contradictorio es que por un lado, como debe ser, el presidente proclame a los cuatro vientos que el diálogo está roto y que, sin embargo, los socialistas vascos, acudan a una manifestación el próximo sábado bajo un lema que pide el diálogo, por mucho que digan que no apoyan dicho lema.

No me interpreten mal, uno piensa siempre que todo debería solucionarse hablando, pero... ante la nueva canallada de ETA, ¿qué tipo de diálogo se está pidiendo? Las condiciones no pueden ser las mismas que antes del atentado de Barajas, hay una nueva encrucijada (o la misma de siempre, tantas veces repetida), una nueva situación que no es la planteada al comienzo de la proclamada tregua. El PSOE, y Zapatero al frente, debe dejarse de indefiniciones y asumir plenamente el liderazgo de la nueva campaña contra el terrorismo, como le corresponde al ser el partido del gobierno de todos los españoles.

En el otro lado las cosas no están mucho mejor. Bien es verdad que, por desgracia, en este mundo democrático que nos toca vivir se juega mejor al contraataque, y la oposición es más activa y beligerante, con sólo limitarse a explotar los errores del contrario... pero es que no hay una alternativa válida tampoco. A falta de saber lo que habrán hablado nuevamente Rajoy y Zapatero en su reunión de hoy, no se ve opción clara en las intenciones del PP, que no hizo más que torpedear en busca de réditos electorales el proceso de paz, y que ahora se repantiga en la cínica postura del "ya lo sabía yo"... y acudiendo solo a manifestaciones convocadas por una de las asociaciones de víctimas, usada -espero que a su pesar y no con su connivencia- vilmente con fines electoralistas...

Por lo demás, la actitud del PNV sigue siendo la de esperar que caiga la fruta del árbol que otros le están moviendo... Saben perfectamente que la indefinición del PSOE, el enfrentamiento ciego del PP y la barbarie terrorista juegan en su favor.

Con todo, ¿qué hacer con alguien que te da bofetadas continuamente? Se me ocurren cuatro opciones: la primera, hablar; la segunda, sujetarle las manos y seguir hablando; la tercera, salir corriendo; la cuarta, devolverle la bofetada. Si descartamos la cuarta, recordando aquella máxima de Gandhi según la cual con la táctica del ojo por ojo al final todos quedaremos ciegos, nos quedan tres. Alguna de ellas habrá que tomar, aunque duela a algunos... teniendo en cuenta como punto de partida que las sentencias son inamovibles y que una negociación política nunca debe inmiscuirse en la acción de la justicia. Algo que muchos no saben o no quieren ver.

Imagen de C.Manel, tomada de El Pais, 08-01-2007.

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